¿Cuándo debes aceptar un aumento de tu cupo de crédito?

¿Cuándo debes aceptar un aumento de tu cupo de crédito?

Crédito General

Si tienes una tarjeta de crédito desde hace tiempo, o si tus ingresos han aumentado recientemente, puede que estés pensando en pedir un aumento del límite de crédito. Normalmente puedes solicitar un aumento del límite de crédito en el sitio web de tu tarjeta de crédito o llamando al emisor de esta.

 

Aumentos automáticos del límite de crédito

Si recientemente, la compañía de tu tarjeta de crédito aumentó tu límite de crédito sin preguntar, esto se conoce como un aumento automático del límite de crédito. Esto puede ocurrir por realizar pagos constantes y puntuales, por ser titular de una tarjeta desde hace mucho tiempo o por haber informado de un aumento de los ingresos.

Pero ¿es siempre bueno un aumento del límite de crédito? Aunque ciertamente puede ser beneficioso, hay algunos casos en los que deberías pensaro dos veces antes de aceptar un aumento del límite de crédito. Esto es lo que hay que saber.

 

¿Cuándo puedes querer un aumento del límite de crédito?

Tener un límite de crédito más alto te da más capacidad de gasto, lo que puede traducirse en mayores recompensas. Así que, si eres financieramente estable y utilizas las tarjetas de crédito por la comodidad y las ventajas, tener un límite de crédito más alto puede ser particularmente atractivo.

Tienes pensado hacer un gasto importante y necesitas una línea de crédito, un mayor cupo te puede permitir cubrir este gasto sin necesidad de pasar por todo el proceso de solicitar un crédito en una institución financiera. Haz un presupuesto para evidenciar que cuentas con el dinero para cubrir con los pagos mensuales y puntuales que tendrás que hacer si difieres el pago con la tarjeta.

 

¿Cuándo puedes no querer un aumento del límite de crédito?

Por otro lado, si estás empezando y aún estás construyendo tu vida financiera, un aumento del límite de crédito podría no hacerte ningún favor. Estrictamente desde el punto de vista de la gestión del dinero y del presupuesto, cuando estás iniciando tu carrera y acabas de salir de la universidad, puede que ya estés cargando con un préstamo estudiantil y tengas otras obligaciones financieras. No quieres crear una nueva deuda que pueda interponerse en la gestión de esas prioridades principales.

Tener un límite de crédito más alto puede hacer que sea tentador usar tu tarjeta. Si te vuelves dependiente de las tarjetas de crédito y acumulas un saldo, aumentarás tu utilización del crédito e impactarás negativamente en tu puntuación crediticia. Limitar tu acceso al crédito puede ayudarte a mantener el control de tus gastos mientras sigues desarrollando buenos hábitos con la tarjeta de crédito.

 

Otro ejemplo de cuándo puedes no querer un aumento del límite de crédito es si has solicitado recientemente un crédito adicional, o está planeando hacerlo. Si hay una actividad frecuente que muestra aumentos regulares del cupo de crédito, esto plantea preguntas cuando se va a solicitar préstamos como una hipoteca o un préstamo vehicular. Podría llevar a los prestamistas a pensar que podrías ser un riesgo porque estás solicitando continuamente aumentos en tus líneas de crédito.

Cómo hacer un chequeo financiero de mitad de año

Cómo hacer un chequeo financiero de mitad de año

General

La situación personal y familiar cambia, las condiciones de la economía del país son variables y los planes que se hicieron hace seis meses pueden no tener mucho sentido hoy en día si se ha producido algún acontecimiento importante en tu vida.

Un chequeo financiero de mitad de año es una oportunidad para revisar el progreso que has hecho hacia tus metas establecidas a principios de año y hacer planes para los meses restantes del año. Es una herramienta de organización, así como una oportunidad para que las personas y las familias reflexionen y se adapten según sea necesario.

Los acontecimientos de la vida, como un fallecimiento en la familia, un matrimonio, el nacimiento de un hijo o un nieto o un cambio de trabajo, pueden desencadenar implicaciones financieras que deben abordarse antes de que acabe el año. A medida que cambian las circunstancias del mundo y de la vida, considera la posibilidad de repasar esta lista de elementos que debes revisar a mitad de año:

  • Evalúa tu presupuesto.
  • Tapa los agujeros de tu presupuesto.
  • Aumenta las contribuciones para la jubilación.
  • Gestiona y prioriza las deudas.
  • Revisa tu reporte de crédito.
  • Ajusta tus metas financieras

 

  1. Evalúa tu presupuesto

Si no tienes un presupuesto deberías empezar tu revisión financiera de mitad de año creando uno. Si ya tienes un presupuesto puedes revisar qué áreas están por debajo del presupuesto y cuáles superan los gastos previstos, así como la forma en que cualquier cambio en los ingresos puede afectar a tu presupuesto en el futuro.

Un presupuesto sólido incluye un plan para crear o mantener un fondo de emergencia, sobre todo después de un año en el que muchos se enfrentaron a la pérdida repentina del empleo y a la incertidumbre financiera derivada de la pandemia del coronavirus.

La vida puede estar llena de sorpresas, y una reserva de efectivo proporciona una red de seguridad crítica para los giros inesperados. Aprovecha tu análisis financiero de mitad de año para revisar tu fondo de emergencia y determinar si vas por buen camino o si deberías considerar aumentar este colchón de efectivo, especialmente si te has visto obligado a utilizarlo este año.

Este fondo debe cubrir los gastos esenciales de la vida de tres a seis meses, pero cuanto más puedas ahorrar, mejor.

  1. Tapa las fugas de tu presupuesto

Si durante esta revisión del presupuesto descubres algún gasto innecesario, como compras excesivas, suscripciones innecesarias u otras cuotas recurrentes, ahora es el momento de eliminarlos.

Revisa tu presupuesto para entender tus gastos de vida esenciales, y busca oportunidades para reducir tu riesgo financiero, como pagar la deuda de la tarjeta de crédito o eliminar o reducir los gastos de estilo de vida que pueden ser difíciles de mantener en una crisis de efectivo (por ejemplo, membresías / suscripciones, hábitos de compra, salir a cenar, etc.)

  1. Aumenta las aportaciones para la jubilación

Durante una revisión de mitad de año, los ahorradores pueden evaluar su progreso hacia la jubilación y asegurarse de que siguen en ritmo para jubilarse en su fecha objetivo y su valor neto.

Si has recibido un ascenso o un aumento de sueldo recientemente puedes aumentar tus aportaciones para la jubilación, si es posible.

  1. Gestiona y prioriza las deudas

Durante tu revisión de mitad de año, revisa y crea un plan para el pago de las deudas.

Si no tiene una estrategia de pago establecida, ahora es un buen momento para empezar. En primer lugar, debes incorporar el pago de la deuda a tu presupuesto mensual para asegurarte de que asignas dinero cada mes para pagarla; la cantidad que asignes depende de tu enfoque para pagar la deuda.

Dos opciones comunes para el pago de la deuda son el método de la bola de nieve, que implica pagar primero las deudas más pequeñas en su totalidad, y el método de la avalancha, en el que las personas pagan primero las cuentas con la tasa de interés más alta.

  1. Revisa tu reporte de crédito

Para abrir un negocio, comprar una casa o abrir una nueva tarjeta de crédito, a menudo resulta útil tener un buen score de crédito.

Un buen hábito financiero que hay que establecer es la revisión de tu reporte de crédito a mitad de año. Solicita tu reporte en los burós de crédito autorizados.

  1. Ajusta tus metas financieras

Una vez que hayas realizado esta revisión, es momento de reevaluar las metas financieras y hacer los ajustes necesarios, de ser el caso. Alinea tus metas con tu nueva situación financiera, establece prioridades y define nuevamente los plazos para alcanzarlas, en el caso de que consideres que no las podrás cumplir en los plazos que estableciste a inicio de año.

Recomendaciones de las madres para tener unas buenas finanzas

Recomendaciones de las madres para tener unas buenas finanzas

General

Las mamás son expertas en la administración de las finanzas de la familia. Ellas son las encargadas de promover el buen hábito del ahorro, gestionar correctamente los gastos en el día a día y planificar su uso para alcanzar las metas familiares. Las mamás saben cómo adaptar la economía del hogar de la mejor manera de acuerdo con las circunstancias.

En América Latina, los hombres siguen teniendo más capacidad de ahorro que las mujeres, pero, cuando ellas toman las riendas de los recursos financieros del hogar, su gestión suele ser más eficiente. De acuerdo con el informe Determinantes Socioeconómicos de la Educación Financiera, realizado por CAF, las mujeres en América Latina siguen teniendo menores niveles de educación financiera que los hombres, pero cuando controlan las finanzas del hogar, suelen tener menor aversión al riesgo, vigilan personalmente sus finanzas y son más propensas a planificar en función de metas financieras de largo plazo.  Ellas han desarrollado buenos hábitos financieros a lo largo de los años y estos contribuyen a mejorar la calidad de vida de la familia.

Por el mes de la madre, te dejamos una recopilación de frases o recomendaciones de nuestras madres que nos han ayudado y seguirán ayudando para que nuestras finanzas personales sean exitosas.

 

  1. ‍‍“El dinero no crece en los árboles”

Recuerdas que no siempre te compraba todo lo que querías o le pedías, ¿sabes por qué? Porque tu mamá sabía cuánto podía gastar y en qué. Este consejo de nuestras madres nos ayuda a tener los pies en la tierra y no gastar pensando que de algún lado mágico llegará el dinero.

Todos sabemos, en especial ellas, que tener una visión de tus finanzas personales te permitirá controlar inteligentemente tus gastos y tener prioridades financieras. Para ayudarte puedes aplicar una de las técnicas para gestionar tu presupuesto, llamada la regla 50-40-10, un método para distribuir los ingresos al comienzo de mes que se basa en dividir el 50 % para los gastos más básicos, el 10 % para ahorros y el 40% para los gastos personales.

 

  1. ‍“El que paga lo que debe sabe lo que tiene”

Para nadie es un secreto que las fuentes de deuda más frecuentes suelen ser las tarjetas de crédito y los préstamos. Estos productos son importantes porque proporcionan una cantidad inmediata de dinero que podría ser difícil obtener de otra manera; además de esto, te permiten atender emergencias, comprar algo que necesitas, y alcanzar metas financieras.

Aprender a manejar adecuadamente la deuda es un factor importante para encontrarse en una buena situación financiera y es aquí donde aplica este dicho de mamá, porque es muy posible que en medio de tantos gastos no planificados, la plata que recibas te alcance cada vez menos por estar tapando huecos financieros y cuando te des cuenta, la situación sea inmanejable.

 

Como dirían ellas, “a pagar lo que se debe”, sobre todo porque cuando llegamos a la vida adulta nos toca asumir las consecuencias de nuestros actos y el incumplimiento puede generar reportes de crédito negativos. La opción para salir de un sobreendeudamiento puede ser ir pagando las deudas más pequeñas, saber realmente cuánto dinero tienes libre y hacer un plan de pago que te permita tranquilidad financiera.

 

  1. ‍“Cuidado tu ingreso se convierta en plata de bolsillo”

Cuando una mamá se pone una meta, hace todo lo que esté a su alcance para llegar a ella. Pagar el colegio cada mes, ahorrar para las vacaciones o terminar de pagar la casa, es posible gracias a que tiene un plan y evita gastar el dinero en cosas que no necesita, además de conocer los beneficios de ahorrar a corto, mediano o largo plazo, y para eso hace un buen uso del dinero.

Ella nos ha enseñado que desde que recibimos la plata debemos dividirla en montos para las responsabilidades y que ese dinero es intocable, una práctica esencial para evitar gastar en cosas innecesarias lo que ya está comprometido y que el salario se convierta en plata de bolsillo, es decir, de fácil acceso para gastar en lo que se nos aparezca en el camino.

 

  1. ‍“No pongas todos los huevos en la misma canasta”

Puede que suene extraño, pero no hay algo más financiero que este consejo de una madre, y aplica para tus inversiones. A la hora de invertir tu dinero, todos los expertos financieros aconsejan no hacerlo en un solo producto, sino diversificar la inversión con el firme objetivo de asumir el menor riesgo posible y lograr la máxima rentabilidad.

Los mercados financieros son variables y a ciencia cierta nadie puede saber lo que va a ocurrir en el futuro, la estabilidad del sistema financiero se puede ver afectada por innumerables factores, así que una gran opción siempre será tener tu dinero en diversas canastas u opciones financieras.

 

  1. “No eches tu dinero en saco roto”

Esta es una de las frases que seguramente seguirás escuchándole a mamá. Echar el dinero en saco roto tiene que ver, por ejemplo, con comprar en exceso, sobreendeudarte con tus tarjetas de crédito, tener muchos gastos fugaces e innecesarios, no ahorrar ni invertir para tu futuro, pedir préstamos que no podrás pagar, etc.

 

  1. “Tú puedes hacerlo / Nunca te des por vencido”

Cuando una mamá se pone una meta, siempre llega a ella. Pagar la colegiatura cada mes, ahorrar para las vacaciones o terminar de pagar la casa es posible gracias a que ella conoce los beneficios de ahorrar a corto, mediano o largo plazo. Así que piensa en tu futuro, visualiza cómo te gustaría verte en unos años –cuando tengas la edad de tu mamá- y cómo a través del ahorro podrás cumplir más fácilmente tus metas financieras y de vida.

 

  1. “Cuando tengas hijos lo entenderás”

La mejor de las frases de nuestras madres para el final. Piensa cuántas veces le escuchaste decir esto, muchas, ¿cierto? Y es que brindar educación a los hijos, tener el control de los gastos de la familia, llevar buenas finanzas personales, entre otras actividades dentro y fuera del hogar, no ha sido tarea fácil para ellas.

Si tienes familia quizás hayas visto de cerca la importancia de las palabras y la gran responsabilidad que tienes sobre la crianza de tus hijos, independiente de que seas madre o padre, tus enseñanzas repercuten directamente en su vida y futuro. Así que aprender a darle un buen manejo a nuestras finanzas personales desde niños es importante para alcanzar las metas.

 

Fuente: https://www.tributi.com/mis-finanzas-personales/consejos-de-las-madres-para-tener-unas-buenas-finanzas

Consejos financieros para madres

Consejos financieros para madres

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Estamos en el mes de las madres y qué mejor oportunidad para aportar en su día a día el conocimiento necesario para que las finanzas de mamá y del hogar sean exitosas. Ellas cuentan con un talento innato para sacarle provecho a todo y no es coincidencia. Ser líder del hogar es una gran responsabilidad y con estos consejos financieros te será mucho más fácil ser una experta en finanzas.

 

  1. Elabora un presupuesto

Parece fácil, pero es una de las labores más importantes y complicadas de realizar. Elaborar un presupuesto te será de utilidad para lograr una estabilidad y detectar todos aquellos gastos que nos impiden ahorrar. En este presupuesto incluye los gastos más relevantes: comida, cuentas, educación de los hijos, útiles escolares, gastos médicos y guarda un poco para los imprevistos. Dentro de este presupuesto también debes agregar los gastos de diversión y entretenimiento, que, aunque no sean muy frecuentes, es necesario que tengas conocimiento y separes mensualmente un poco de dinero para cubrirlos.

Toma un papel y un lápiz, o tu computadora o celular y registra de forma detallada todos tus ingresos y gastos para que visualices lo que tiene prioridad (alimentos, colegiaturas, medicinas, transporte, etc.), cuáles resultan innecesarios y las deudas.

C, lo recomendable es que dentro de tu presupuesto también contemples fondos de ahorro para emergencias, retiro, y un fondo para la educación de tus hijos, etc.

 

  1. Cuida los gastos hormiga y compras por impulso

Los gastos hormiga y compras por impulso pueden ponerte en aprietos, ya que de por más pequeños que sean, pueden hacer ruido en las finanzas personales, así que es mejor reducir o eliminar este tipo de gastos.  Evita adquirir objetos innecesarios para ti o tus hijos, seguro este ahorro se reflejará en tu presupuesto.

 

  1. Usa las tarjetas de crédito con inteligencia

Conviértete en una clienta totalera: paga el total de tu consumo a la fecha de pago para no generar intereses y aumentar la deuda. Recuerda que el plástico no es una extensión de tu sueldo o presupuesto.

 

  1. Respeta tus ahorros

Como mamá, el tener finanzas personales saludables es muy importante para tu bienestar y el de tu familia, por lo que separar dinero para cualquier emergencia, vacaciones, la escuela, Navidad, etc. es muy recomendable. Sé disciplinada en tus decisiones respecto a tus ahorros, anima a tu familia a ayudarte a hacerlo, así no desbalancearás la economía familiar y podrás dormir con la tranquilidad de hacer lo posible para garantizar la seguridad financiera de quienes dependen de ti. Incluso, puedes empezar a separar dinero para tu retiro.

  1. Piensa a futuro, cada vez está más cerca

Ser mamá conlleva muchas responsabilidades, entre ellas está predecir el futuro. Pensar en tu bienestar y el de la familia a futuro, es una tarea que mamá debe tener presente, el tiempo avanza cada vez más rápido, la universidad de los hijos, vivir una vida digna en la vejez, posibilidades de inversión y los gastos que se avecinan no tienen por qué atormentarnos. Si nos pactamos una meta financiera a largo plazo, podremos estar preparados ante cualquier contingencia, la opción recomendada por los expertos en finanzas es realizar una inversión que nos garantice retribución económica.

 

  1. Construye un fondo de emergencias

Un fondo de emergencias consiste en contar con una cantidad de dinero que te proteja a ti y a tu familia ante cualquier adversidad, pero ojo; debe usarse solo ante una verdadera emergencia. Si destinas una parte del sueldo familiar a este fondo, podrás estar más tranquila de cara a los imprevistos.

Los expertos recomiendan tener la cantidad suficiente para 3 a 6 meses, parece mucho tiempo, pero puedes empezar de a poco. Lo más complicado es empezar con este hábito, ya verás como se convierte en una rutina y qué tan beneficioso resulta.

Es decir, que al momento en el que se presente el imprevisto puedes solucionarlo fácilmente, lo recomendado es contar con dinero en efectivo, pero otra opción es una cuenta corriente.

Reconocer cuando es un gasto urgente es una característica fundamental al momento de utilizar el fondo de emergencia, por lo general los gastos urgentes son: Salud, daños en el hogar, arreglo de los vehículos, un despido laboral o un déficit económico en casa.

 

  1. Invierte tu dinero

¿Para qué invertir? La razón más simple y más llamativa es para no tener que trabajar por el resto de tu vida. Si ya cuentas con ahorros, lo mejor que puedes hacer es invertir ese dinero para que no pierda su valor con el paso del tiempo, debido a la inflación. Invertir tu dinero te permitirá generar rendimientos. Investiga sobre diferentes tipos de inversión y trata de entender a fondo cómo funcionan los instrumentos que más te llamen la atención.

No tomes decisiones apresuradas y empieza con inversiones pequeñas, seguras y muy diversificadas. Recuerda que ahorrar para el futuro de tus hijos y enseñarles la importancia del ahorro y la inversión es parte importante de ser mamá en el mundo moderno.

 

  1. Aprende sobre finanzas

Invierte tiempo en tu educación financiera, lo puedes hacer incluso con tus hijos, para tomar mejores decisiones en el manejo de tu dinero. Para tener unas finanzas sanas, puedes empezar por adquirir conocimientos y habilidades básicas para administrar mejor los recursos, incrementar y proteger el patrimonio con la ayuda del uso adecuado y responsable de los productos y servicios financieros

Edúcate leyendo sobre finanzas personales un par de horas a la semana y pon en práctica todo lo que aprendas.

Es muy importante para que puedas enseñarles eso a tus hijos y crezcan con buenos hábitos financieros. La prioridad es tener unas finanzas familiares sanas y buscar el bienestar financiero del hogar.

4 ideas sobre lo que puedes hacer con tu devolución de impuestos

4 ideas sobre lo que puedes hacer con tu devolución de impuestos

General

Recibir un reembolso de impuestos es una de las pocas ventajas que conlleva la presentación de la declaración de impuestos. Qué hacer con tu devolución de impuestos depende de tus objetivos y prioridades. Conoce algunas ideas inteligentes sobre qué hacer con tu devolución.

 

  1. Date un capricho

Guardar una parte de tu devolución para un derroche no sólo es bien merecido, sino que también puede ayudarte a mantener el rumbo de tus otros objetivos. Tanto si se trata de una cena elegante como de una salida con los amigos, tu devolución puede utilizarse para algo divertido sin tener que echar mano a tu presupuesto diario. De hecho, siempre que recibas algún tipo de ganancia inesperada, considere la posibilidad de reservar un porcentaje para gastos discrecionales, de modo que puedas disfrutar de parte de ese dinero ahora, además de utilizarlo para otros objetivos.

 

  1. Ahorra para una meta

Un reembolso de impuestos puede ser una buena manera de empezar a ahorrar para una meta mayor. Por ejemplo, tal vez estás deseando hacer un viaje al extranjero o estás pensando en cambiar tu vivienda actual por la casa de tus sueños. O tal vez sólo necesites aumentar tu fondo de emergencia para estar preparado para cualquier gasto inesperado.

Sea cual sea el objetivo, el primer paso es reservar algo de dinero para ello. Si se trata de una meta a corto plazo, es decir, algo que quieres lograr en unos pocos meses o años, considera la posibilidad de poner el dinero de tu meta en una cuenta de ahorro, donde será más fácil acceder cuando lo necesites. (Considera la posibilidad de separarla del banco en el que tienes tu cuenta corriente principal, para no tener la tentación de transferir el dinero de tus ahorros a tu cuenta corriente).

Si está ahorrando para una meta a largo plazo, como el pago inicial de una casa más grande que quieras comprar en los próximos 10 años, considera la posibilidad de ahorrar para ello en una cuenta de inversión, donde tu dinero puede crecer potencialmente más rápido. Un asesor financiero puede ayudarte a determinar la mejor manera de ahorrar y hacer crecer tu dinero en función de tus metas y plazos.

 

  1. Paga cualquier deuda de alto interés

Te ayudará a progresar en tus metas financieros al mismo tiempo que gestionar tus deudas, así que considera la posibilidad de utilizar tu reembolso para eliminar algunas deudas de alto interés, como una deuda de consumo que suele ser más cara. Al reducir o eliminar la cantidad que pagas en intereses cada mes, estás liberando efectivo futuro en tu presupuesto. Ese dinero puede ser liberado para poner en otras metas más divertidas.

 

  1. Aumenta tus ahorros para la jubilación

Incluso si ya estás ahorrando dinero para esta etapa de tu vida, nunca está tarde para incrementar tus ahorros en tu fondo de retiro. Porque cuanto antes empieces a ahorrar, más tiempo tendrás para aprovechar el crecimiento del interés compuesto.

Si tienes $20.000 dólares en un fondo para el retiro que crece a un hipotético 6% anual, en 20 años tendrá más de $64.000 dólares en esa cuenta, si no añades ni un centavo más en el fondo. Pero si aumentas esa cantidad a $22.000 dólares, tendrás más de $70.500 dólares en ese mismo plazo.

 

Por supuesto, la forma en que decidas utilizar tu reembolso depende realmente de tu situación y de lo que estés tratando de lograr. Puede que tengas un objetivo concreto en el que te centres, y decides utilizar en esto tu devolución. O puedes destinar el dinero a varios objetivos, permitiéndote disfrutar de algo ahora y ahorrar para algo que disfrutarás en el futuro. El objetivo es encontrar el equilibrio entre todas las prioridades que tienes en tu plan financiero.

Conoce los riesgos asociados a una inversión

Conoce los riesgos asociados a una inversión

General

Cuando se trabaja para crear un patrimonio, es natural querer inversiones seguras con altos rendimientos. Pero la realidad es que “seguridad” y “alta rentabilidad” rara vez vienen juntas. Las inversiones de bajo riesgo suelen producir menos beneficios que las de alto riesgo. Y aunque las inversiones especulativas de alto riesgo pueden producir mayores rendimientos, asumir más riesgos también significa que es más probable que pierdas parte o incluso todo tu dinero.

Invertir es en gran medida una actividad de administración del riesgo. El objetivo es asumir un nivel de riesgo adecuado que equilibre tu situación personal con el rendimiento potencial que intentas conseguir. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de riesgos de inversión y cuáles son los diferentes tipos de riesgo que debes tener en cuenta?

 

¿Qué son los riesgos de inversión?

Cuando la mayoría de la gente habla de riesgo en la inversión, se refiere a la posibilidad de que una inversión pierda dinero. Aunque eso no es incorrecto, tampoco es del todo exacto. Las inversiones demasiado seguras también pueden ser arriesgadas porque la inflación puede hacer que pierdan valor con el tiempo.

El riesgo se define como “cualquier incertidumbre con respecto a tus inversiones que tenga el potencial de afectar negativamente a tu bienestar financiero”.

En otras palabras, el riesgo es la incertidumbre. En una inversión de bajo riesgo (bonos), tienes bastante certeza sobre el precio que pagarás por esta y sobre el rendimiento que puedes esperar cuando te devuelvan tu dinero. Las acciones, en cambio, son ejemplo de inversiones menos seguras. Pero, históricamente, las acciones han tendido a producir un rendimiento medio más alto a largo plazo. Cuanto más riesgo asumas con cualquier inversión, mayor será la recompensa potencial que deberías esperar.

 

Riesgos asociados a una inversión

A continuación, te presentamos los principales tipos de riesgo asociados a una inversión:

 

  1. Riesgo de mercado

Este puede ser el riesgo más común para los inversores. Es simplemente el riesgo de que el precio del producto de inversión se mueva día a día, o incluso minuto a minuto.

Esta volatilidad puede ser un problema si te preocupan los movimientos de precios a corto plazo. En otras palabras, es un riesgo mayor si necesitas acceder a tus inversiones a corto plazo. Pero si no necesitas acceder a tu dinero de inmediato, puedes estar dispuesto a asumir este riesgo con el fin de ver un mayor rendimiento potencial en el tiempo.

 

  1. Riesgo de tipo de interés

El riesgo de tipo de interés está atado al riesgo de mercado. Esto se debe a que un cambio en las tasas de interés puede afectar al valor de los papeles de inversión.

El riesgo de las tasas de interés puede ser un factor si estás planeando comprar y vender bonos antes de que lleguen a su vencimiento. También puede afectar al precio de las acciones. Sin embargo, al igual que el riesgo de mercado, esto suele ser menos problemático cuando se planea mantener acciones y bonos para objetivos a largo plazo, ya que un horizonte temporal más largo tiende a suavizar las fluctuaciones a corto plazo.

 

  1. Riesgo de crédito

El riesgo de crédito se refiere a la posibilidad de que un prestatario no pueda cumplir sus obligaciones de préstamo y devolver la deuda. También se denomina “riesgo de no pago”.

En el caso de bonos corporativos, se debe prestar atención al riesgo de crédito, porque cuando se compra un bono corporativo, estás esencialmente prestando dinero a una empresa para obtener pagos de intereses a cambio. Como inversor, debes fijarte en factores como el flujo de caja y las calificaciones crediticias para hacerte una idea del riesgo crediticio de una empresa.

Cuanto mayor sea el riesgo de impago de un prestatario, mayor será el rendimiento que debes esperar obtener a cambio. Sin embargo, también estás sopesando esto con la mayor posibilidad de que la empresa pueda incumplir su deuda.

 

  1. Riesgo de inflación

Este es interesante porque es un riesgo asociado a los activos “seguros”. El riesgo de inflación se refiere a la posibilidad de que tus rendimientos no sigan el ritmo de la inflación, lo que podría traducirse en una pérdida de poder adquisitivo con el tiempo.

La inflación puede ser una preocupación importante para las inversiones más conservadoras, como el dinero en efectivo, los equivalentes al efectivo e incluso los bonos, que tienden a proporcionar un rendimiento total menor a lo largo del tiempo que los activos como las acciones. El riesgo de inflación es la razón por la que puede ser una buena idea asumir más riesgo con el dinero al que no tienes intención de acceder a corto plazo.

 

  1. Riesgo de liquidez

El riesgo de liquidez es una medida de la facilidad con la que puedes convertir tus activos en efectivo a un precio justo. En general, el efectivo, los equivalentes al efectivo, las acciones y los bonos se consideran activos relativamente líquidos porque existe un mercado para comprarlos y venderlos. Los activos duros, como los bienes inmuebles y los objetos de colección (entre otros), suelen considerarse menos líquidos (y, por tanto, tienen un mayor riesgo de liquidez) porque no siempre es fácil convertir rápidamente su valor en efectivo.

Por lo general, es una buena idea asegurarse de tener suficientes activos líquidos para cubrir tus necesidades inmediatas. Pero si no vas a necesitar tu dinero de inmediato, asumir un cierto riesgo de liquidez puede suponer una prima sobre los activos más líquidos y ayudar a aumentar el valor de tu dinero con el tiempo.

 

  1. Riesgo de divisas

Si tienes inversiones en el extranjero, el rendimiento de esas inversiones dependerá en parte del tipo de cambio entre las divisas. Si un tipo de cambio se mueve rápidamente en una dirección u otra, podría tener un gran impacto en las inversiones que tienes en ese país. Esto es el riesgo de divisas, también conocido como “riesgo de tipo de cambio”.

Aunque el riesgo cambiario puede tener un impacto negativo en las inversiones, también puede ocurrir lo contrario. Aquí es donde puede entrar en juego una cartera bien diversificada, que incorpore tanto inversiones nacionales como internacionales denominadas en divisas; estar diversificado te ayuda a gestionar los cambios en cualquier divisa.

  1. Riesgo político

El riesgo político se refiere a la probabilidad de que el rendimiento de una inversión se vea influido por los acontecimientos políticos. Esto puede incluir la inestabilidad política, los cambios inesperados de régimen, los resultados inesperados de las elecciones, las actividades militares, la introducción de nuevas leyes y reglamentos, etc.

Aunque el riesgo político puede provocar movimientos tanto en el mercado en general como en algunos segmentos de este, a veces este riesgo puede parecer más magnificado y relevante de lo que realmente es.

 

Gestionar el riesgo de inversión

En última instancia, la clave para gestionar el riesgo de inversión es elaborar un plan financiero bien diversificado y adaptado tu situación. Asesorarte al respecto con expertos en el tema es una buena decisión. Te pueden ayudar a incluir una combinación de inversiones tradicionales y no tradicionales que puedan ayudarte a hacer crecer tu patrimonio a lo largo del tiempo, acompañada de una buen gestión del riesgo.

 

Fuente: Northewestern Mutual

Qué enseñar a tus hijos sobre el dinero durante la adolescencia

Qué enseñar a tus hijos sobre el dinero durante la adolescencia

Ahorro General Planificación y Presupuesto

La adolescencia es un buen momento para preparar a tus hijos para empezar a aprender a manejar las finanzas de forma más práctica.

Cinco cosas que debes enseñar a tus hijos sobre el dinero cuando son adolescentes.

  1. Haz que el dinero sea más fácil de entender

A esta edad, los niños ya saben cómo funciona el dinero, pero no necesariamente cuánto cuestan las cosas. Ahora es un buen momento para hacerles ver la luz involucrándoles en el proceso de compra. Cuando llegue la cuenta del restaurante, haz que tu hijo lea la cuenta y saque la propina. En el cine el fin de semana, pídele que calcule cuánto le costaría ir a la matiné en lugar de a la función normal, e imagina en qué podría emplear ese dinero ahorrado. La idea general es ilustrar que las actividades tienen costos y que hay que tomar decisiones importantes sobre estos.

  1. Introduce el presupuesto

Hasta ahora, si le das a tu hijo $20 para que los gaste después del colegio con un amigo, puede pensar en ir al cine o comprarse una hamburguesa. Eso es un presupuesto básico, pero a esta edad están preparados para más, al menos conceptualmente. Aprovecha oportunidades como las compras de la vuelta al colegio, las compras de las vacaciones o la compra de material para el campamento de verano para que elaboren un presupuesto y luego hagan las compras juntos. Rápidamente entenderán el valor de los artículos y aprenderán a priorizar unos deseos sobre otros.

  1. Fomenta la compra y reuso de cosas

La mayoría de los estudiantes de secundaria tienen algo en común: crecen muy rápido. Es bonito y molesto a la vez, ya que eso también significa una alta rotación de zapatos y ropa. También es la edad en la que las marcas empiezan a importar. Las dos cosas se convierten en un reto cuando tu hijo se obsesiona con las zapatillas Nike de edición limitada al mismo tiempo que su talla aumenta a los pocos meses. Sin embargo, existe un mercado de reventa de ropa y calzado poco usado (y un nicho de cultura de reventa realmente valioso). Tu hijo adolescente puede participar fácilmente en la venta de cosas que se le han quedado pequeñas utilizando diversas aplicaciones y grupos locales de Facebook. No solo ayuda a resaltar el costo y el valor de una necesidad básica como la ropa, sino que también les enseña a tratar bien las cosas.

  1. Anímale a empezar a ganar dinero

Cuando los niños eran más pequeños, puede que tuvieran tareas que les ayudaron a ganar dinero. Pero los chicos de secundaria empiezan a querer cosas más importantes y se vuelven más sociales. Déjales participar en la decisión de cómo contribuir y hazles responsables. Empezar un “negocio”, como cuidar niños, cortar el césped o pasear perros, les permite aprender lecciones más importantes sobre planificación, marketing y ganancias. También existen trabajos orientados específicamente a los adolescentes. Pasar por este proceso con tu hijo adolescente definitivamente le enseña sobre el trabajo duro que conlleva ganar un dólar, y es una forma de enseñarle la responsabilidad y la rendición de cuentas que además le ayudará a tener éxito en la escuela secundaria y a futuro.

  1. Enséñale a ahorrar, gastar y donar

Si has estado haciendo el ejercicio de “ahorrar, gastar y donar” en tu casa, ahora es el momento de estar más enfocados, especialmente en lo que se refiere a ahorrar y donar. Lleva a tu hijo al banco y siéntense con un asesor que le explique las diferencias entre tener su dinero en una cuenta de ahorros o en una póliza o fondo de ahorro. Si hay un fondo de educación establecido para ellos, asegúrate de que comprueban cómo rinde. En cuanto a las donaciones, empieza a mirar a organizaciones benéficas no sólo por sus causas, sino por cómo gastan su dinero y definan a quién y cuánto planifican donar.

 

Los adolescentes se encuentran en una encrucijada incómoda: Empiezan a sentirse adultos, pero no siempre quieren reconocer que algo no saben. Aprovecha este momento para darles un ejemplo de buen sentido financiero como hiciste cuando eran más pequeños, pero ahora involúcralos un poco más en el proceso. Se sentirán capacitados para tomar las riendas de su futuro financiero y serán más responsables, lo que supone un beneficio para toda la familia.

5 maneras de criar niños no materialistas

5 maneras de criar niños no materialistas

General

Te damos cinco maneras en que los padres pueden tomar la iniciativa de criar niños no materialistas en un mundo donde lo material ha cobrado mucha relevancia:

 

  1. Habla con tus hijos sobre el dinero

La educación financiera no forma parte del currículo educativo ecuatoriano, lo que significa que los niños aprenden los hábitos de gasto de sus padres. El primer paso para que los niños se den cuenta de que el dinero no “crece en los árboles” es hacer que el tema forme parte del discurso familiar lo antes posible. Enseñar a los niños lo que es el dinero les hace comprender mejor lo rápido que desaparece y les ayuda a establecer hábitos responsables de gasto y ahorro para el futuro.

Si tu hijo desea tanto algo que no puede dejar de pensar en esto, diseñen juntos una estrategia para que pueda ganárselo. Lo más importante es mantener abiertas las líneas de comunicación sobre temas de dinero.

 

  1. Evita las recompensas materiales – y las consecuencias

La crianza material es la práctica de mostrar amor o moldear el comportamiento de un niño mediante la entrega o la retirada de cosas. La mayoría de nosotros lo hemos hecho: se premia a los niños por sus buenas notas y se les castiga quitándoles los aparatos electrónicos. Los investigadores Marsha L. Richins y Lan Nguyen Chaplin han relacionado esta práctica con el hecho de volverse materialista en la edad adulta, ya que quienes son recompensados de niños seguirán recompensándose con cosas más adelante. Los mismos estudios han demostrado una correlación entre ser materialista de adulto y una menor sensación de bienestar.

Los padres que utilizan con frecuencia las recompensas hacen poco por cambiar de forma significativa el comportamiento de los niños y, además, producen hijos menos generosos. Al eliminar (o al menos reducir) la asociación entre el comportamiento y las recompensas materiales o las amenazas, da como resultado que los niños den menos valor a las cosas.

 

  1. Pasen tiempo de calidad juntos

En el fondo, lo que los niños quieren de sus padres, más que los dispositivos y aparatos, es su atención y su tiempo. Se aconseja que los padres ofrezcan su tiempo, mejor ánimo y momentos de diversión por encima de las cosas materiales.

Esto implica que los padres dejen de lado sus propios dispositivos y distracciones y estén totalmente presentes para sus hijos. El tiempo que pasen juntos no tiene por qué ser muy elaborado: dar un paseo o jugar a un juego es suficiente para conectar estrechamente a los padres con sus hijos.

 

  1. Modela el gasto disciplinado y la generosidad

Según el Child Mind Institute, un componente esencial para enseñar a los niños hábitos de gasto responsables es que los padres los modelen. Los expertos aconsejan que los adultos se ciñan a un presupuesto, eviten las compras impulsivas, y establezcan y compartan objetivos financieros para los gastos más importantes.

Otra forma de ser un buen modelo financiero es resistirse a la compulsión de estar a la altura de los demás. La manera más relevante de aplacar el deseo de tener más cosas es modelar un comportamiento alejado de la envidia por las cosas de los demás.

 

  1. Fomenta la gratitud

Lan Nguyen Chaplin dirigió otro estudio sobre el materialismo en los niños, que reveló una relación entre el fomento de la gratitud y la disminución del materialismo, así como el aumento de la generosidad. La gran noticia es que hay más de una manera de expresar la gratitud, dependiendo de las edades y los intereses de tus hijos.

Por ejemplo, los más pequeños pueden crear un póster o un collage de lo que agradecen, o mantener una “caja de la gratitud” en el que los miembros de la familia escriban algo por lo que están agradecidos cada semana. Los niños a los que les gusta escribir pueden disfrutar llevando un diario de gratitud. Chaplin también aconseja que las familias se reúnan en torno a la mesa para reflexionar diariamente sobre la gratitud, algo que pueden hacer niños de todas las edades.

Incluso si tienes hijos mayores que parecen perdidos por la envidia material, nunca es demasiado tarde para empezar y formar chicos más generosos y agradecidos.

 

Fuente: Northwestern Mutual

Cómo iniciar la planificación financiera familiar

Cómo iniciar la planificación financiera familiar

General Planificación y Presupuesto

Uno hace muchos planes para sus seres queridos: vacaciones de verano, fiestas de graduación, celebraciones de cumpleaños y mucho más.

Pero la planificación financiera para las familias es, obviamente, un poco más complicada. Empieza por comprender el panorama financiero total de tu familia y lo que quieren conseguir juntos. Esto significa que tienes que equilibrar la capacidad de costear los gastos habituales y el estilo de vida de tu familia con el progreso de las metas a corto y largo plazo.

He aquí algunos pasos que te ayudarán a empezar.

  1. Analiza tu presupuesto

Antes de iniciar un plan financiero familiar, debes saber cuánto dinero entra y sale cada mes. Si nunca has creado un presupuesto familiar mensual, empieza por:

  • Sumar el sueldo mensual de cada cónyuge o pareja.
  • Sumar los gastos fijos mensuales (como el arriendo, servicios públicos, la guardería, los pagos del auto y otros elementos esenciales que necesitas para la vida diaria).
  • Sumar los gastos que no pagas mensualmente (la matrícula del colegio o del auto) y divídelo entre 12. Añade esta cantidad a tus gastos fijos mensuales.

A continuación, suma la cantidad que destinas mensualmente a tus metas financieras, como el dinero para un fondo de emergencia, las aportaciones a un plan de ahorro para la universidad o las contribuciones para la jubilación. Esta hoja de cálculo del presupuesto establece los gastos fijos típicos y las contribuciones para las metas.

Ahora suma lo que gastas en un mes típico en gastos discrecionales – los “extras” como cenas fuera, entretenimiento, compras, regalos o actividades para los niños.

¿El total de los gastos fijos, las contribuciones para las metas y los gastos discrecionales es inferior a su sueldo mensual? Si es así, es estupendo: tu familia está viviendo dentro de sus posibilidades. Si no es así, ha llegado el momento de revisar su presupuesto y hacer algunos ajustes para no gastar más de lo que ganan. A menudo, los gastos discrecionales son los que tienen más flexibilidad para recortar, pero sigue siendo una buena idea auditar todos sus gastos para priorizar los que son importantes para ti.

Incluso cuando gastas dentro de tus posibilidades, saber a qué se destina tu dinero te ayudará a ver si estás avanzando para conseguir las metas de tu familia. Una pauta general es destinar aproximadamente el 50% del presupuesto a lo esencial, el 10 % a las metas financieras y el 40% a los gastos discrecionales.

 

  1. Establece metas para tu familia

Ahora que tienes una visión más clara de tu presupuesto, ¿se ajusta a lo que es importante para tu familia? Aquí es donde tú, tu pareja e incluso tus hijos pueden sentarse y hablar de lo que quieren para cada uno en los próximos años. La mayoría de estas cosas querrán financiarlas con el 10% de su presupuesto dedicado a las contribuciones de metas financieras.

 

Hablen de las metas a corto y a largo plazo. Las metas a corto plazo pueden incluir cosas como que los padres tomen un curso de desarrollo profesional, un fin de semana en familia en las montañas o una visita a la universidad para tu hijo de secundaria. Los objetivos a largo plazo pueden incluir cosas como pagar la universidad o financiar la jubilación. Es probable que quieran invertir para las metas a largo plazo, para que su dinero tenga tiempo de crecer cuando lo necesiten.

Y no se olviden de algunas de las metas básicas que siempre deben considerar para mantener sus finanzas sanas. Eso incluye mantener un fondo de emergencia bien provisto (acumular unos tres a seis meses de gastos) y un plan para pagar las deudas, especialmente las de las tarjetas de crédito de alto interés.

 

  1. Protege lo que tienen

Ese fondo de emergencia es un gran comienzo, pero no debería ser la única protección financiera que tengas. La vida está llena de altibajos, y tú quieres estar seguro de que tu familia no se verá en circunstancias difíciles si ocurre lo inesperado.

Para empezar, ¿tienen una cobertura de seguro de vida suficiente para garantizar que tu familia estará atendida si tú o tu pareja fallecen?, ¿cuentan con seguros de salud?, ¿tienen un testamento donde se establecen tus deseos para tu familia y sus bienes en caso de que te ocurra algo?

 

La planificación familiar es un trabajo en equipo, planifiquen una reunión mensual para evaluar cómo está su presupuesto y cómo va el camino para alcanzar sus metas financieras.

Finanzas en pareja: ¿Cómo asegurarse de que ambos están en la misma página?

Finanzas en pareja: ¿Cómo asegurarse de que ambos están en la misma página?

Finanzas Personales General

Una de las ventajas de tener una relación es tener una pareja con la que compartes las responsabilidades del hogar. Pero, aunque sea bueno dividir las tareas de la cocina, limpieza y el cuidado de los niños, ¿hasta qué punto se reparten las tareas financieras?

Si son como muchas parejas, probablemente uno de los dos se encarga del dinero. En algunos casos, las parejas comparten un papel equitativo en la toma de decisiones financieras, y en otros gestionan las finanzas del hogar por igual.

Y aunque no es necesario (ni realista) que una pareja se encargue de todo, es importante que ambos participen activamente en la gestión de las finanzas. He aquí tres razones por las que las parejas deberían trabajar juntas en sus finanzas.

  1. Ayuda a que ambos miembros de la pareja se sientan capaces de manejar el dinero

Cuando uno de los miembros de la pareja está completamente al margen de las finanzas compartidas, esto puede provocar problemas en la relación en general. Una de las principales causas de divorcio o de ruptura son las peleas por dinero. Se trata de no estar en la misma página, de sentir que no tienes un asiento en la mesa o que no eres un socio igualitario. Tener voz y voto te pone en igualdad de condiciones.

Consejo: Si el dinero siempre ha sido un tema tabú con tu pareja o cónyuge, empiecen por sus experiencias personales en torno al dinero cuando crecían. ¿Hablaban de ello libremente con su familia? ¿Era una fuente de vergüenza o de orgullo? ¿Siempre se sintieron seguros económicamente mientras crecían o su familia tuvo problemas de dinero? Lo que te enseñaron (o no) sobre el dinero marcará tu forma de tomar decisiones financieras, así que es bueno que compartas tus experiencias con los demás.

  1. Ayuda a definir metas comunes

Probablemente, cada uno ha pensado mucho en su visión del futuro, pero ¿coinciden sus visiones? Tanto si quieres comprar una casa en cinco años, hacer crecer tu familia o irte de vacaciones a lo grande en seis meses, tienes que estar alineado en sus metas financieras antes de poder determinar los pasos necesarios para hacerlos realidad. No saber a dónde vas o hacia dónde te diriges dificulta las decisiones financieras del día a día.

Consejo: Si nunca han hablado de sus metas juntos, se recomienda discutir dónde se ven en un año, en cinco años y quizás incluso más allá. Una vez que hayan hablado de sus prioridades, pueden determinar cómo pueden contribuir los dos a mantener sus finanzas sanas en el día a día.

  1. Obliga a rendir cuentas

Cuando ambos saben cuáles son sus metas comunes, es mucho más fácil que se responsabilicen mutuamente.  Existen algunos ejemplos bastante malos en los que uno de los cónyuges ha acumulado decenas de miles de dólares en deudas de tarjetas de crédito, ya sea porque no estaban en la misma página sobre lo que estaban tratando de hacer, o porque era más fácil de ocultar.

 

Consejo: Lo que no quieres es que uno de los dos se quede con la obligación de tratar de salir de los errores de la otra persona: esa responsabilidad puede causar mucha tensión. Crea desconfianza en la relación. Así que sé abierto y honesto, y establece parámetros conjuntos. Cuando ambos son conscientes de cuánto deben gastar y ahorrar, es más fácil gestionar el presupuesto en equipo. Acordar que el gasto no puede superar un determinado umbral, en lugar de que alguien de instrucciones al otro sobre cómo gastar o le diga lo que tiene que hacer, crea un equilibrio.

 

Además, piensen en cuáles son los puntos fuertes de cada uno en lo que respecta al dinero. Está bien admitir que tu pareja es más fuerte que tú en ciertas áreas financieras, siempre que estén de acuerdo en cuál debe ser el objetivo final. La transparencia es lo más importante cuando se manejan las finanzas en pareja y, si están pasando por una situación difícil, establezcan un plan de pago emergente.