Autora: Michelle Guerrero
Invertir puede ser una montaña rusa de emociones. Muchos inversores no se dan cuenta de la aversión que tienen al riesgo hasta que llega una recesión del mercado. Ahí es cuando la tentación de tomar medidas correctivas es más fuerte, pero también es el momento más inoportuno para hacer esos cambios. Una recuperación, por otro lado, es el momento adecuado para hacer ajustes.
¿Cómo te sientes durante una recesión y recuperación del mercado?
Ver caer el valor de tu cartera nunca es fácil. Las acciones están diseñadas para lograr objetivos financieros a largo plazo, lo que significa que debes planear mantener las inversiones durante 10 años o más. Inevitablemente vendrán altibajos, pero tienes el tiempo de tu lado.
Si todavía estás en camino de alcanzar tus objetivos, debes permanecer igualmente firme en tu estrategia cuando llegue la próxima recesión.
Brent Schutte, estratega jefe de inversiones de Northwestern Mutual, indica que “Necesitarás sobrellevar las caídas del mercado de valores. Los rendimientos de las acciones son más altos a largo plazo porque son volátiles, pero no todos pueden soportar poseerlos durante las recesiones. Aquellos que entran en pánico y venden pasan sus ganancias futuras a aquellos que no lo hacen”.
La volatilidad extrema del mercado es a menudo el dolor cada vez mayor que se experimenta justo antes de obtener mayores rendimientos. Los inversores que venden acciones y se mantienen al margen durante los períodos de pánico pagan un alto costo de oportunidad por los fuertes rendimientos futuros del mercado de valores. El pesimismo extremo tiende a preceder a los resultados del mercado de valores extremadamente positivos.
Sin embargo, si sientes que tus objetivos están en grave peligro porque necesitarás tu dinero en menos de 10 años, este es el momento de revisar tu estrategia de manera proactiva. Si es probable que te sientas tentado a presionar el botón de venta de manera reactiva cuando el mercado vuelva a caer, los momentos de recuperación del mercado te brindan una oportunidad para ajustar el nivel de riesgo de tu cartera.
Tu exposición al riesgo es impulsada principalmente por la asignación de activos o la combinación de acciones, bonos y equivalentes de efectivo en tus cuentas. Una cartera con un 90% de acciones y un 10% de bonos, por ejemplo, se considera mucho más riesgosa que una cartera con un 10% de acciones y un 90% de bonos.
Te recomendamos calcular tu tolerancia al riesgo y hacer ajustes ahora en lugar de esperar hasta la próxima recesión para cambiar tu asignación.
Aprovechando al máximo una recuperación
Los mercados suben y bajan. Eso significa que hay muchas segundas oportunidades para aquellos que siguen siendo pacientes. Si los episodios de recesión te hacen sentir demasiado incómodo, un profesional financiero puede ayudarte a determinar un nivel de riesgo apropiado para tu edad y tus objetivos de inversión.
Recuerda, siempre es más fácil tomar acciones cuando el mercado está en calma que durante una tormenta.
Fuente: Northwestern Mutual